
Por Alfonso Martínez
Encuentros con el Baile
¡Cuanto más sé de baile, más veo lo que me falta por aprender!

Esta es una frase que solían decirme mis alumnos cuando impartía clases de bailes de salón y, sinceramente, es totalmente comprensible, a mí también me pasaba eso mismo. Este tipo de pensamientos no son una señal de fracaso, sino todo lo contrario: son una señal clara de progreso.
De hecho, solo se llega a esta conclusión cuando ya has avanzado un poco en cualquier tipo de aprendizaje. Empiezas a notar matices, a ver diferencias sutiles y a preguntarte los porqués. Es justo en ese momento cuando sales de lo básico y te adentras en la realidad consciente del aprendizaje.
Al principio, no sabes lo que te falta por aprender. Pero, a medida que aprendes, empiezas a darte cuenta del maravilloso camino que te queda por recorrer. Es justo en este momento cuando empiezas a aprender de verdad. Si esta fase se te convierte en un momento incómodo debes saber que, tener dudas no es un retroceso, sino la antesala de un salto real.
Aunque estamos hablando de baile, este proceso de aprendizaje se aplica a cualquier habilidad que quieras dominar, desde aprender un nuevo idioma, tocar un instrumento o conducir. Siempre pasamos todos por las mismas cuatro etapas, lo que demuestra que nuestro cerebro aprende de una forma universal.
El aprendizaje es un viaje en el que el entorno también influye y debes ser consciente de que no estás solo —a no ser que seas autodidacta— y que un buen maestro, o mejor aún, una pareja de profesores, pueden ser tus guías, ayudándote a entender y a superar los obstáculos de cada etapa. Una comunidad de compañeros que están en el mismo camino también puede ofrecerte apoyo, consejos y la motivación que necesitas para no rendirte. El baile es un lenguaje y se aprende mejor en compañía.

Este proceso mental de “cuanto más sé, más dudas tengo”, se estudia en la psicología del aprendizaje. Es parte de lo que se conoce como la curva de la competencia inconsciente, un modelo con cuatro etapas que describe perfectamente lo que sentimos cuando nos acercamos al baile de salón. Comprenderlas te ayudará a respetar tu propio ritmo y a valorar cada avance, por pequeño que sea.
El pensamiento “cuanto más sé, más dudas tengo” se sitúa justo entre la primera y la segunda etapa. Es el momento donde comienza el verdadero aprendizaje profundo: ya eres consciente de que no sabes, pero empiezas a hacerte preguntas que antes ni siquiera te planteabas.
Si te sientes así, no te asustes ni te desanimes. Nos ha pasado a todas las personas que bailamos. ¡Sigue adelante! Estás en el camino correcto.
Etapa 1: Crees que sabes bailar
Al comienzo, todo parece fácil. Ves a una pareja bailando y piensas: “Yo podría hacer eso”. Sin embargo, no eres consciente de la riqueza de matices que esconde el baile: el compás, la postura, la guía o la conexión con la pareja. Es la etapa de la “ignorancia despreocupada”: llegas con mucho entusiasmo y pronto descubres que hay mucho más por explorar de lo que te imaginabas.
Consejo práctico: si todo lo que te era desconocido (técnicas, lenguaje específico, prácticas, etc.) te hace sentir incómodo, no abandones y busca compañeros o un profesor que te ayude a dar el siguiente paso.
Etapa 2: Ahora sabes que no sabes bailar
Este es el momento de la verdad. Tras las primeras clases, te das cuenta de que bailar bien no es automático. Te cuesta seguir el ritmo, olvidas los pasos y coordinarte con otra persona se convierte en un desafío fascinante. Esta es la etapa de la “ignorancia consciente”: no sabes bailar, pero ahora sabes que no sabes.
Aquí es donde puede surgir la frustración y donde muchas personas abandonan. Pero también es la gran oportunidad para comprometerte de verdad con el aprendizaje. Recuerda: estás tomando conciencia de tus limitaciones. Es el mejor momento para seguir adelante.
Consejo práctico: no te rindas. Acepta la frustración como una parte normal del proceso y continúa practicando.
Etapa 3: Sé bailar, pero tengo que pensar cada paso
Con práctica y constancia, los pasos empiezan a fluir. Ya distingues un tango de un foxtrot y sientes el pulso del vals o del bolero. Sin embargo, todavía necesitas toda tu atención para recordar cada secuencia, medir los tiempos y controlar tu cuerpo.
A veces, te parecerá que olvidas lo que ya sabías. Sabes que puedes hacerlo, pero no te sale de forma natural. Aun con el esfuerzo mental, ya eres capaz de bailar. Ahora lo que necesitas es practicar y repetir hasta que un día, de repente, todo hace “clic”: la música empieza a hablarte y tú respondes con tu cuerpo.
Consejo práctico: para que los movimientos dejen de ser una secuencia mental y se conviertan en algo natural, graba tus ensayos. Observarte te ayudará a identificar errores y a corregirlos más rápido. Después, baila la misma secuencia una y otra vez, centrándote en las sensaciones, en tu cuerpo y no en el paso siguiente.
Etapa 4: Bailo sin pensarlo
Un día, sin darte cuenta, tu cuerpo se mueve antes que tu mente. La conexión fluye. Bailar se convierte en un lenguaje natural, una conversación sin palabras. Ya no tienes que contar mentalmente los pasos o recordar posiciones. Simplemente bailas, y el placer de moverte con la música se hace profundo y verdadero.
Ahora el conocimiento está totalmente integrado. Es como conducir, montar en bicicleta o atarte los zapatos: sabes bailar y ya no necesitas la mente consciente para hacerlo. Simplemente fluyes.
Consejo práctico: ahora que los pasos fluyen, es el momento de buscar nuevos desafíos. Aprende un nuevo estilo de baile, inscríbete en una clase avanzada o concéntrate en la musicalidad y la improvisación. La meta no es llegar a la perfección, sino seguir explorando y disfrutando del baile en un nivel más profundo.

¿Y tú, has pasado por estas etapas?
Aún recuerdo lo que a mí me sucedió con el tango. Al principio, me sentía como si mis pies y mi cabeza no se pusieran de acuerdo. Pero fue precisamente en ese momento de frustración cuando di un paso adelante y asistí a clases con profesores especializados en esa modalidad. Descubrí el verdadero placer del baile.
Comparte tu experiencia en los comentarios. ¡Puede ser de gran ayuda para quienes están empezando y se sienten igual!
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